Este año he hecho muchas recetas con calabacín porque como ya dije, la cosecha a sido muy grande y para no cansar he variado la manera de cocinarlo lo más posible.
Esta manera de comer el calabacín me ha gustado mucho, ya la he hecho varias veces.
Para hacer la receta más ligera, en vez de bacon ( panceta ) que es lo que generalmente lleva, yo le he puesto jamón york.
Ingredientes:
- 1 calabacín ( el mio era grande )
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Pimienta.
- 1 cebolla grande.
- 1 puerro pequeño.
- 3 huevos.
- 1 bote de nata.
- Queso rallado ( mezcla de quesos )
- 1 masa quebrada ( la mía del Lidl )
- 1 loncha gruesa de jamón york.
Preparación:
Engrasar un molde redondo bajo, poner encima la masa quebrada y presionar con cuidado con los dedos para forrar el molde, cortar lo sobrante y reservar en la nevera hasta que hagamos el relleno.
En una sartén, poner un poco de aceite de oliva, rehogar la cebolla y el puerro muy picaditos.
Cortar el calabacín en cuatro trozos, sin pelar y luego cortar en láminas, si son pequeños poner dos o tres.
Cuando la cebolla esté bien rehogada, añadir el calabacín y seguir rehogando, poner sal y pimienta.
Batir los huevos con la nata y un puñadito de queso rallado, poner también un poco de sal. Una vez bien batido, añadimos el sofrito con los calabacines ( desechando el exceso de aceite ) y el jamón cocido cortado a trocitos.
Verter la mezcla anterior dentro del molde forrado con la masa, espolvorear con queso rallado y poner en el horno que tendríamos precalentado a 180º durante unos veinte minutos, se verá la superficie dorada, pero podemos pinchar con una aguja para saber que está cocido.
Podemos comer caliente o frío, como más nos guste.
Esta es la textura que tiene en caliente:
En frío queda mas cuajado:
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