En este blog quiero compartir mi afición por la cocina y la fotografía.

lunes, 16 de junio de 2014

Caracoles chicos a la "Tarifeña"





Es tiempo de caracoles y apetece una tapa, antes que se acaben.
Hace poco he estado en Córdoba y allí se puede comer caracoles en los puestos que hay por toda la ciudad, los hacen de muchas formas: chicos en caldo, picantones, gordos en salsa, a la plancha, cabrillas en salsa, en tomate....y todos buenísimos.
Los caracoles chicos normalmente se hacen en caldo de poleo y en algunos sitios de hierbabuena, quedan con el caldo claro y picante, pero en mi pueblo y en mi casa siempre se han hecho los caracoles chicos con sofrito, el caldo queda más consistente, sin llegar a ser en salsa y así los hago yo.
Para mi estos caracoles es un no parar ¡¡ Me encantan !!






Ingredientes:


  • 5 kilos de caracoles chicos.
  • Un ramo de poleo.
  • Especias de caracoles ( 40-50 gr )
  • Guindillas ( al gusto )
  • 2 cabezas de ajo asadas.
  • 4-5 cucharadas de sal marina.
  • Sal para lavar los caracoles.


Para el sofrito.
  • 1 vaso de aceite.
  • 2 kilos de tomates.
  • 2 cebollas grandes
  • 2 pimientos grandes.
  • 3-4 dientes de ajo.


Para el majado:
  • 2 rebanadas grandes de pan o 4 pequeñas ( de barra )
  • 5-6 dientes de ajo.
  • 1 vaso grande de vino blanco.










Preparación:

Los caracoles antes de cocinarlos tienen que estar en ayuno un par de días, para que se purguen y no amarguen, ya que lo que comen es hierbas.
Lo primero que hacemos es lavar muy bien los caracoles con abundante agua, yo lo hago en el fregadero, pasándolos de un lado al otro.
Cuando se vean limpios de hierbas, trozos de cáscara...poner un puñado grande de sal marina, lo que ayudará a limpiar los caracoles pues les hace producir baba y así expulsan la suciedad.
Seguimos lavando con abundante agua hasta que veamos que no quedan restos de suciedad y babas.
Yo les puse sal por dos veces.
Una vez limpios, un paso muy importante: ahogarlos bien.
Ponemos los caracoles en uno o dos barreños, cubrimos de agua y dejamos hasta que estén ahogados.
Para que no se salgan del barreño untamos los bordes con limón.
Para ahogar los caracoles se necesita bastante tiempo y paciencia, pero es un paso importante para que los caracoles queden todos fuera.







Mientras se ahogan los caracoles hacemos el majado:
ponemos el aceite en una sartén, freímos los ajos en láminas, cuando estén dorados sacamos y reservamos.
En el mismo aceite freímos el pan, sacamos y reservamos.
Machacamos el ajo y el pan en un mortero o trituramos en la batidora y añadimos el vino blanco.
En ese mismo aceite hacemos el sofrito:
rehogamos el ajo, el pimiento y la cebolla, cuando estén doraditos ponemos el tomate y seguimos sofriendo hasta que el tomate esté hecho.
Pasar el sofrito por el pasapurés ( si no lo peláis ) y luego triturar con la batidora para que quede más fino.
Cuando los caracoles se vean ahogados ( todos fuera e inmóviles ) ponemos al fuego en el agua de ahogarlos, cuando comiencen a hervir, apartar del fuego tirar el agua, poner de nuevo en el fregadero, enjuagar y poner en un escurridor.
Poner los caracoles en la olla donde vamos a cocinar, cubrir de agua y poner el poleo, el ajo asado, la sal, el majado, el sofrito, la guindilla y las especias.
Yo las especias las trituro en un molinillo y luego las pongo en una muñequilla ( trozo de tela atado ) para que no queden restos en el caldo que nos molesten, podemos hacer lo mismo con el poleo.
Dejamos hervir todo hasta que los caracoles estén cocidos.














Nota: la mayoría pone los caracoles sin ahogarlos a fuego lento y cuando ven que están fuera, ponen el fuego fuerte para que se queden así.
A mi me gusta más el método de ahogarlos, como he explicado antes.




No hay comentarios:

Publicar un comentario