Es la primera vez que hago turrón, yo creía que me resultaría complicado, pero nada de eso, es muy fácil de hacer y además tienes la satisfacción de haberlo hecho tú, en vez de comprarlo.
Nos quedará un turrón totalmente artesano, mucho mejor que el industrial y ha gustado mucho.
Ingredientes:
- 250 gr de almendra molida.
- 225 gr de azúcar glas.
- 100 ml de nata de montar.
- 30 gr de leche en polvo ( dos cucharadas colmadas )
- 250 gr de fruta escarchada ( al gusto )
Yo le he puesto un trozo de calabaza y unas cerezas verdes y un trozo de calabaza y unas cerezas rojas.
Cortamos la fruta escarchada en trozos no muy grandes y las cerezas por la mitad, reservamos unas cerezas y unos trozos grandes de fruta para decorar.
Preparamos un molde de turrón y si no lo tenéis, un tupper de un tamaño de una tableta de turrón, cortamos papel de hornear para cubrir el molde y que sobre para poder tapar el turrón, dos tiras cruzadas: una ancha y otra estrecha.
Calentamos en un cazo, la nata, la leche en polvo y el azúcar glas ( tamizado, para que no haga grumo ) removemos hasta tener como un almíbar, cuidando que no se pegue.
Retiramos el cazo del fuego y entonces añadimos la almendra molida, removemos bien con una espátula hasta que esté bien integrado todo.
En el mismo cazo añadimos la fruta escarchada que teníamos troceada y removemos también hasta repartir la fruta por igual.
Sacamos la masa a la encimera y amasamos un poco con las manos o con la ayuda de una rasqueta de amasar, hacemos con la masa una especie de rulo y lo colocamos en el recipiente que tenemos cubierto de papel de hornear, para que no se nos pegue y sea fácil de desmoldar.
Apretamos bien la masa, para que cubra bien el molde, sobre todo por las esquinas, a continuación ponemos por encima los trozos de fruta que dejamos para decorar, colocamos un trocito de papel de hornear por encima y volvemos a apretar bien, para que los trozos se introduzcan un poco en la masa y la superficie quede lisa, nos podemos ayudar con un cartón o madera del tamaño del molde del turrón y un peso ( cartón de leche ) para que nos quede uniforme la superficie.
Tapamos con el papel de hornear, ponemos la tapa al molde ( si la tiene ) y dejamos reposar dos días o tres.
Pasado este tiempo, ya podemos comer el turrón.
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