Rollitos de canela.

Estos rollitos de canela los he hecho a petición de una de mis hijas que le gustan mucho, siempre  los compra y quería que yo se los hiciese en casa.
Son fáciles de hacer pero lleva su tiempo por el levado de la masa.

Ingredientes:

• 550 g de harina de fuerza.
• 75 g de azúcar.
• 1/2 cucharadita de sal.
• 300 ml de leche.
• 75 g de mantequilla (o margarina ) a temperatura ambiente.
• 25 g de levadura fresca.

Relleno:

• Mantequilla ( o margarina )  unos 50 g 
• Azúcar moreno.
• Canela.

Se necesita también un huevo para pintar los rollitos.

Preparación:

Se calienta un poquito la leche y la mantequilla, que esté templada, ahí se disuelve la levadura.

En un bol poner la harina, esparcir la sal por los bordes y hacer un hueco en el centro donde pondremos los demás ingredientes y empezaremos a batir, ya sea a mano o con amasadora.

Cuando la masa esté lista la ponemos en un molde engrasado con aceite, la tapamos y la dejamos levar como minimo media hora. Pasado este tiempo sacar la masa a la encimera y extender con el rodillo hasta formar un rectángulo grande.

Derretir la mantequilla y con un pincel extender por toda la masa, a continuación echar azúcar moreno y canela por toda la superficie ( poner bastante )

No he puesto cantidades en el relleno porque podemos poner al gusto, siempre abundante.

Una vez puesto el relleno hacer un rollo con la masa y con un cuchillo que corte bien hacer rodajas e ir poniendo en una bandeja de horno con papel de hornear. Dejar levar otra media hora, más o menos.

Pintar la superficie con el huevo batido y poner en el horno precalentado a 200º durante unos diez minutos, se verán doraditos, pero evitar que se quemen porque se hacen muy rápido.

Sacar a enfriar en una rejilla y si queremos podemos cubrir con un glaseado mientras que estén templados.

Glaseado:

• 2 cucharaditas de mantequilla.
• 90 g de azúcar glass.
• 3 cucharaditas de leche.

Calentar la leche con la mantequilla y añadir el azúcar, batir hasta que se integre y quede suave la glasa.

Verter por encima de los rollitos y esperar que se enfríen.

Guardar tapados para conservarlos tiernos, aunque al día siguiente se endurecen un poco, como cualquier bollo.